Efectos de los medios sociales en los jóvenes
Los medios sociales permiten a los adolescentes crear identidades en línea, comunicarse con otras personas y crear redes sociales. Estas redes pueden proporcionar a los adolescentes un valioso apoyo, especialmente para ayudar a los que sufren exclusión o tienen discapacidades o enfermedades crónicas.
Los adolescentes también utilizan las redes sociales para entretenerse y expresarse. Y las plataformas pueden exponer a los adolescentes a los acontecimientos actuales, permitirles interactuar más allá de las barreras geográficas y enseñarles una variedad de temas, incluidos los comportamientos saludables. Las redes sociales que son divertidas o distraen o proporcionan una conexión significativa con los compañeros y una amplia red social pueden incluso ayudar a los adolescentes a evitar la depresión.
Sin embargo, el uso de las redes sociales también puede afectar negativamente a los adolescentes, distrayéndolos, interrumpiendo su sueño y exponiéndolos al acoso, a la difusión de rumores, a la visión poco realista de la vida de otras personas y a la presión de los compañeros.
Los riesgos podrían estar relacionados con la cantidad de medios sociales que utilizan los adolescentes. Un estudio realizado en 2019 con más de 6500 jóvenes de 12 a 15 años en Estados Unidos descubrió que aquellos que pasaban más de tres horas al día utilizando las redes sociales podrían tener un mayor riesgo de sufrir problemas de salud mental. Otro estudio de 2019 sobre más de 12.000 jóvenes de 13 a 16 años en Inglaterra descubrió que usar las redes sociales más de tres veces al día predecía una mala salud mental y bienestar en los adolescentes.
Depresión instagram
R: La noticia me horrorizó, pero no me sorprendió. Hace años que sabemos que las plataformas de medios sociales -especialmente las basadas en imágenes como Instagram- tienen efectos muy perjudiciales para la salud mental de los adolescentes, especialmente para los que luchan contra la imagen corporal, la ansiedad, la depresión y los trastornos alimentarios. Gracias a las investigaciones experimentales, sabemos que Instagram, con sus fuentes de contenido basadas en algoritmos y adaptadas a los patrones de participación de cada usuario, puede arrastrar a los adolescentes vulnerables a una peligrosa espiral de comparaciones sociales negativas y engancharlos a ideales poco realistas de apariencia y tamaño y forma del cuerpo. Los médicos y los padres llevan años haciendo sonar las alarmas al respecto. Así que no me sorprende escuchar que las propias investigaciones de Instagram también lo demuestran. Lo que me asombra, sin embargo, es lo que expuso la denunciante Frances Haugen: que, en las conversaciones internas de Instagram, el personal y los altos directivos reconocieron estos hallazgos tan condenatorios y, sin embargo, las medidas que han tomado en respuesta han sido poco más que una fachada, eludiendo el problema fundamental de los algoritmos depredadores de la plataforma. Esta revelación es lo que me deja atónito.
Cómo nos afecta instagram
No es ningún secreto que las redes sociales se han convertido en una parte esencial de la vida cotidiana del adolescente medio. Ya sea compartiendo fotos en Instagram, enviando mensajes a sus amigos en Snapchat o haciendo una coreografía en TikTok, los adolescentes se ven envueltos por el mundo online de las redes sociales.
El impacto de las redes sociales en los adolescentes puede ser significativo. No se trata sólo de perder el sueño y distraerse durante el día: las redes sociales pueden tener efectos negativos de gran alcance en la salud mental de los adolescentes.
Como el cerebro de los adolescentes aún se está desarrollando, es más vulnerable al tiempo en línea. Y como los adolescentes a veces tienen dificultades para autorregular el tiempo que pasan frente a la pantalla, su exposición -y el riesgo de sufrir daños- aumenta. En consecuencia, el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes suele estar relacionado con el consumo de alcohol:
Aunque los investigadores acaban de empezar a descubrir la relación entre la depresión y las redes sociales, lo que han descubierto sugiere que un mayor uso de las redes sociales puede intensificar los síntomas de la depresión. Los adolescentes que la padecen suelen mostrar un aumento de la soledad y una disminución de las actividades sociales.
Por qué las redes sociales son malas para los adolescentes
Este cambio en el uso de las redes sociales por parte de los adolescentes es solo un ejemplo de cómo ha evolucionado el panorama tecnológico para los jóvenes desde la última encuesta del Centro sobre los adolescentes y el uso de la tecnología en 2014-2015. Lo más notable es que la posesión de teléfonos inteligentes se ha convertido en un elemento casi omnipresente en la vida de los adolescentes: el 95% de los adolescentes dicen ahora que tienen un teléfono inteligente o acceso a uno. Estas conexiones móviles, a su vez, están impulsando actividades en línea más persistentes: El 45% de los adolescentes dicen ahora que se conectan a Internet de forma casi constante.
La encuesta también revela que no hay un consenso claro entre los adolescentes sobre el efecto que tienen las redes sociales en la vida de los jóvenes de hoy. Una minoría de adolescentes describe ese efecto como mayormente positivo (31%) o mayormente negativo (24%), pero la mayor parte (45%) dice que ese efecto no ha sido ni positivo ni negativo.
Es importante señalar que hubo algunos cambios en la redacción de las preguntas entre las encuestas de 2014-2015 y 2018 del Pew Research Center sobre el uso de los medios sociales por parte de los adolescentes. YouTube y Reddit no se incluyeron como opciones en la encuesta de 2014-2015, pero sí en la actual. Además, la encuesta de 2014-2015 exigía a los encuestados que respondieran explícitamente si utilizaban o no cada plataforma, mientras que la encuesta de 2018 presentaba a los encuestados una lista de sitios y les permitía seleccionar los que utilizaban.1 Aun así, está claro que el entorno de las redes sociales gira hoy menos en torno a una sola plataforma que hace tres años.2